El presidente de la UIA, Martín Rappallini, alertó sobre una caída sostenida en el empleo industrial y pidió avanzar con una reforma tributaria. Señaló que las suspensiones buscan evitar despidos y que la actividad sigue estancada.

El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, expresó su preocupación por la pérdida mensual de entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo en el sector manufacturero, en un contexto de actividad estancada desde abril. Si bien reconoció que algunos rubros —como minería, automotriz y electrodomésticos— mostraban señales positivas, advirtió que áreas como construcción, calzado y metalmecánica registraban caídas del 15 al 20 %.

En declaraciones radiales, el dirigente explicó que las suspensiones laborales funcionaban como una herramienta para evitar despidos ante la baja de actividad, mediante acuerdos parciales de salario sin aportes. También mencionó que la apertura comercial no era el principal problema para la industria, sino la retracción del consumo interno, con caídas superiores al 30 % en materiales de construcción, textiles y calzado.

Rappallini remarcó además los efectos del costo financiero sobre la operatoria del sector y pidió avanzar en una reforma tributaria estructural, al considerar que la carga fiscal acumulada entre Nación, provincias y municipios encarecía los productos nacionales hasta un 50 % frente a los importados, particularmente respecto a países como Brasil.