Más de 100 trabajadores de la histórica planta de caramelos reclamaban el pago completo de sus haberes de agosto. La empresa sólo había abonado una parte y arrastraba meses de incumplimientos.
La protesta se desarrollaba frente a la fábrica Lipo, donde los empleados mantenían un paro con corte de calle para exigir la cancelación de salarios atrasados. Según denunciaban, la compañía había pagado menos del 25% de los sueldos correspondientes a agosto y continuaba sin regularizar aportes jubilatorios ni de obra social.
El conflicto ya se había manifestado a principios de agosto con una huelga de 10 días, levantada tras un compromiso empresario que nunca se cumplió. La situación coincidía ahora con una audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense, aunque las negociaciones no aportaban soluciones concretas.
Desde la firma argumentaban problemas financieros vinculados a deudas, caída de ventas y pérdida de clientes, pero los empleados cuestionaban esas explicaciones y recordaban que Lipo seguía entre los principales fabricantes de caramelos duros del país. Los operarios adelantaban que sostendrían las medidas hasta obtener una respuesta firme a sus reclamos salariales y previsionales.