El gobernador bonaerense advirtió que la paralización de proyectos afecta la seguridad vial y la economía provincial. También reclamó deudas a la Nación por más de $12 billones.

El gobernador Axel Kicillof anunció que remitía a la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para declarar la emergencia en la obra pública nacional dentro de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa buscaba facultar al Ejecutivo a rescindir contratos, continuar obras frenadas o retomarlas desde la Provincia cuando existieran riesgos para la población. Acompañado por los ministros Gabriel Katopodis y Pablo López, el mandatario explicó que el parate de la infraestructura nacional generaba accidentes, pérdidas económicas y deterioro en la calidad de vida de los bonaerenses.

Kicillof recordó que la Provincia había presentado cinco reclamos ante la Corte Suprema por deudas del Gobierno nacional que ascendían a $12 billones, lo que representaba casi diez meses de recaudación. Señaló además que el Ejecutivo nacional no solo frenaba la obra pública, sino que tampoco transfería la jurisdicción de los proyectos para que pudieran concluirse en el ámbito provincial. Entre los trabajos detenidos mencionó la Autopista Presidente Perón, el dragado del Río Salado y obras de infraestructura en Bahía Blanca.

Por su parte, Katopodis remarcaba que se trataba del primer gobierno en la historia argentina en paralizar toda la obra pública nacional durante más de 600 días, sin ejecutar un solo kilómetro de ruta. El ministro advirtió que esa decisión implicaba consecuencias sociales y económicas graves para la Provincia. Kicillof, en tanto, reiteraba su pedido de una reunión con el presidente Javier Milei y sostuvo que la Provincia haría todos los esfuerzos para garantizar la continuidad de los proyectos, incluso si la Nación se negaba a asumirlos.