Así lo afirmó el senador provincial Emmanuel Santalla luego de participar en el primer congreso Hablemos de Autismo en las Escuelas, realizado en la UNDAV.
El congreso se desarrolló en un momento complejo: la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Emergencia en Discapacidad, que reconoce el desfinanciamiento estructural y la insuficiencia de respuestas del sistema. Paralelamente, las estadísticas indican que en cada aula del país hay al menos un niño o niña dentro del espectro autista, lo que hace imprescindible una intervención estatal integral que garantice formación específica para docentes y equipos educativos.
El evento se organizó en dos paneles. En el primero participaron el senador provincial de Avellaneda, Emmanuel Santalla; Karina Castagnola, referente de TEA Avellaneda y principal impulsora de la iniciativa; y el Dr. Rubén Sosa, médico pediatra reconocido y promotor de salud infantil. Durante el panel, se enfatizó una de las demandas clave de las familias neurodivergentes: que el Estado asegure condiciones reales de inclusión en las escuelas, y que ningún niño o niña sea excluido por falta de capacitación o apoyo institucional.
Antes de finalizar su discurso, Emmanuel Santalla tomó la palabra con fuerza y emoción:
“No permitamos que nos sigan convenciendo de que el problema en Argentina es otro argentino o argentina. Porque miren: en 2003, cuando asumió Néstor Kirchner, había 78.000 pensiones por discapacidad. Cuando se fue Cristina, en 2015, había 1.034.000. Pero nos hicieron creer que esas pensiones eran falsas. Lo mismo ocurrió con las jubilaciones. Cuando asumió Néstor, había un millón de jubilados. Gracias a las moratorias, muchos vecinos lograron acceder a su jubilación. Al momento de la salida de Cristina, había cinco millones de jubilados y jubiladas, pero nos hicieron creer que las jubilaciones se regalaban”.
Añadió: “¿Y ahora qué dicen? Que Cristina debe ir presa porque se robó un PBI. Ese PBI está en las pensiones de los chicos, en las universidades que inauguró Cristina, en los jubilados beneficiados por la moratoria, en los medicamentos gratuitos, en las viviendas, en las escuelas. El PBI está en la gente. Y por eso la están persiguiendo. Cristina nos advirtió: ‘No vienen por mí, vienen por ustedes’. Hoy la están buscando a ella porque están yendo por nuestro pueblo y por nuestra nación”.
El congreso contó con la participación activa de familias, profesionales, docentes, estudiantes y organizaciones de toda la región. El propósito fue crear un espacio de encuentro y capacitación, así como visibilizar las barreras diarias que enfrentan las personas con autismo dentro del sistema educativo, y promover con fuerza la sanción de una ley que representa una necesidad urgente para miles de chicos y chicas en la provincia.
Además del panel inaugural, la jornada incluyó exposiciones de especialistas como Cecilia Gui (psicopedagoga y experta en neuropsicología del aprendizaje), Ivana Pittrelli (terapeuta ocupacional con diplomatura en educación inclusiva), Cielo Glerean (psicóloga, especialista en neuropsicología) y Patricia Vallejos (referente de TEA Pilar y directora del equipo SAAC), quienes brindaron herramientas concretas para el abordaje pedagógico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en las aulas, desde una perspectiva interdisciplinaria y basada en los derechos.
Con una gran convocatoria que superó la capacidad del auditorio y un ambiente signado por el compromiso y la emoción, el congreso fue una clara demostración de que existe una comunidad organizada que no sólo identifica las carencias, sino que está dispuesta a construir soluciones de manera colectiva.