La presentación coincidió con el Día Internacional de la Dislexia, que se conmemora cada 8 de octubre. La entidad buscará promover inclusión, detección temprana y acompañamiento a niños y niñas con dificultades específicas del aprendizaje.
La Fundación Camino de Letras surgió con el impulso de Alma Abdala Dell’Anna, una adolescente de 12 años que expresó su deseo de “ayudar a los chicos y chicas que tienen dislexia y que puedan contar con herramientas para un mundo más igualitario”. La institución se encuentra en proceso de inscripción y proyecta convertirse en un espacio de referencia en el acompañamiento a personas con dificultades específicas del aprendizaje (DEA).
En Argentina, se calcula que 1 de cada 10 niños presenta dislexia, lo que representa entre el 10 y el 12% de la población. A nivel normativo, el país cuenta con la Ley Nacional 27.306, que regula el abordaje integral de las DEA, y la provincia de Buenos Aires adhirió a través de la Ley 15.048. Estas condiciones no son consideradas una discapacidad, sino dificultades puntuales en procesos de lectura, escritura o cálculo.
La nueva fundación se propuso impulsar la detección temprana, generar programas de capacitación y talleres, promover la investigación pedagógica, establecer convenios con organismos públicos y privados, y crear materiales didácticos y digitales que faciliten el aprendizaje. Además, se planteó como objetivo central visibilizar la dislexia y fomentar políticas inclusivas que garanticen igualdad de oportunidades.