Con el recambio de autoridades en marcha y la conducción en disputa, el peronismo de la provincia de Buenos Aires apuró conversaciones entre los principales sectores para cerrar una lista de consenso antes del 15 de marzo. El 8 de febrero aparece como la fecha clave para definir si hay unidad o competencia interna.

El PJ bonaerense entró en una etapa decisiva de su reorganización interna, con negociaciones cruzadas entre el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) que referencia en Axel Kicillof y La Cámpora, conducida por Máximo Kirchner. El proceso no solo definió la sucesión en la presidencia partidaria, sino que también condicionó el armado político hacia las elecciones de 2027, en un escenario donde el actual gobernador no podrá buscar la reelección.

Según el cronograma aprobado por la Junta Electoral partidaria, el 22 de enero se publicarán los padrones de afiliados y el 3 de febrero vencerá el plazo para la presentación de avales. Sin embargo, la instancia determinante será el 8 de febrero, cuando cerrará la inscripción de candidaturas para presidir el Consejo del PJ, de cara a los comicios internos previstos para el 15 de marzo.

En las conversaciones, ambos sectores coincidían en la necesidad de preservar la unidad, aunque con exigencias concretas. La Cámpora planteaba sostener el peso que actualmente tiene en la estructura partidaria, mientras que el espacio de Kicillof reclamaba presencia en todas las instancias de decisión, especialmente en el cuerpo de apoderados, clave para la validación de candidaturas bonaerenses en 2027.

En paralelo, seguía abierta la discusión sobre los nombres para encabezar el partido. Desde el Ejecutivo provincial sostenían la opción de Verónica Magario, aunque su figura acumulaba cuestionamientos internos, en particular por el conflicto en el Senado bonaerense, donde permanecía trabada la designación de autoridades y el tratamiento de proyectos vinculados a empresas estatales de Salud, impulsados por el ministro Nicolás Kreplak.

Como alternativa comenzó a ganar espacio el nombre de Julio Alak, intendente de La Plata, con diálogo fluido en distintos sectores del peronismo. También aparecía en el radar Federico Otermín, jefe comunal de Lomas de Zamora, cercano a Máximo Kirchner y evaluado como una eventual figura de síntesis para evitar una fractura expuesta en el principal distrito electoral del país.