La justicia determinó un fallo histórico en el juicio por las Brigadas de Investigaciones durante la última dictadura cívico-militar que funcionaban en Lanús, Banfield, Quilmes, Avellaneda y San Justo.
El juicio se extendió durante tres años y medio, luego que en el 2020 se presentaran denuncias contra 18 represores. Durante el proceso, 6 de ellos fallecieron.
En la última audiencia, los imputados Roberto Balmaceda, Jorge Bergés, Jorge Di Pasquale y Alberto Julio Candioti dieron sus últimas palabras. Posteriormente, fueron juzgados los ex policías de la Provincia de Buenos Aires, integrantes del Destacamento 101 de Inteligencia del Ejército y Jaime Lamont Smart obtuvo su octava condena a perpetua.
El veredicto sobre las Brigadas
Se desarrollaron más de cien audiencias en las que se lograron escuchar los testimonios de 468 testigos y más de 605 víctimas. Además, se realizaron tres inspecciones oculares a centros Clandestinos de Tortura y Extermino, confirmando las descripciones y declaraciones.
En las audiencias se conoció que el 88% de los secuestros de los trabajadores de las 25 empresas, fueron en sus lugares de trabajo y el 76% fueron los dueños quienes entregaron información de sus trabajadores, como las listas de delegados a los militares y policías.
También se logró profundizar en el juicio el rol que ocuparon los medios de comunicación durante 1977, inventando historias acerca de las víctimas.