Siguen los reclamos por las promesas incumplidas del intendente Néstor Grindetti. El jefe comunal, hace años, les prometió a los vecinos y vecinas de la zona de Liniers y Darragueira, un cruce digno. Sin embargo, el lugar se llenó de basura acumulada y se convirtió en un verdadero basural a cielo abierto.
Sin embargo, esta situación se repite en todos los barrios de la ciudad. Mientras continúa tramitando licencias para dedicarse de lleno a su campaña a gobernador de la provincia, los vecinos viven en completo estado de abandono e insalubridad.
Cabe recordar que la gestión de Grindetti lleva ocho años en Lanús, período de tiempo en donde se profundizaron varias problemáticas. Entre ellas se encuentra el aumento de la delincuencia pese a que la ciudad cuenta con policía local, haciendo de Lanús una de las ciudades más inseguras del conurbano.
También, durante la intendencia de Grindetti se registró una gran cantidad de renuncias del personal de salud que ejercía en salitas municipales. Las malas condiciones laborales, los bajos sueldos y la falta de insumos causaron la denuncia de más de 100 profesionales, complicando el acceso a la salud de los vecinos en sus barrios.
Las promesas incumplidas de Grindetti
Los vecinos encabezaron una gran cantidad de reclamos por el estado de abandono de la ciudad. La basura atrae a una gran cantidad de alimañas que transmiten enfermedades y ponen en riesgo la salud de todos.
Lejos de brindar una solución o reconocer el problema, el municipio se encargó de responsabilizar a los mismos vecinos y acusar a las personas “que no cuidan la limpieza”. Sin embargo, hay una fuerte problemática con el sistema de recolección de residuos y también, un profundo estado de abandono.
A esta problemática se suma también la falta de iluminación en distintas calles de la ciudad. Mientras Grindetti asegura que en el distrito se colocan luces LED, los vecinos no pueden transitar por las calles cuando cae el sol.